miércoles, 15 de mayo de 2013

La naranja mecánica

En la naranja mecánica podemos ver una trama repleta de violencia medida y lujuria pasional, que atrás de simples peleas y sexo explícito encontramos una crítica detallada hacia la sociedad. Esta película nos muestra una sociedad distópica, con una narración en primera persona vigorosa, Álex nos muestra su mundo, un mundo que empieza de noche y acaba al amanecer, donde hay corrupción policial, violencia constante sin tolerancia, políticos que manipulan en un gobierno totalitarista. La gente no tiene respeto, se mueve con miedo, y la ciudad tiene un aspecto de dejadez, vemos cosas rotas, desordenadas, maltrechas… Todo con un deje futurista, ya que hay que tener en cuenta que esa película tiene ya sus años, y por aquel entonces todas esas vestimentas tan llamativas y esas decoraciones tan surrealistas se veían como algo completamente moderno y fuera de época. Aunque cuanto más avanza la película, más sobria se vuelven los espacios en donde se graba. Y a pesar de la violencia infligida, y el carácter psicópata del protagonista, vemos que su forma de hablar es culta y elaborada, que se contrapone totalmente a su forma de ser. Tiene un final inesperado y te deja con la duda de cómo acabará todo realmente, ya que no es un final explicado, sino un final abierto que te deja reflexionado.