Cuando he escuchado las
canciones, lo primero que sentía era la pasión que le ponían a las canciones a
la hora de cantarlas, sentía la fuerza que transmitían, el mensaje que nos
querían mostrar. Eran varias personas de distintas nacionalidades, pero cuando
cantaban daba igual el color de la piel, de donde venían, quienes eran, porque cuando
cantaban, se volvían personas sentidas. Personas iguales, con la misma libertad
a sentir la vida, con el mismo derecho a amar, a disfrutar, a divertirse.
Estas canciones tenían
mensajes profundos y a la vez simples, nos hablaban de la vida y el amor en
ella. La vida solo es una y hay que aprovecharla, y sin amor es imposible. No
importa el oro, el oro no es nada, no importa ser conocido por mil personas, la
popularidad no es nada tampoco. El amor nos lleva a vivir, a sentir, y no trae
la felicidad. El apoyo de amigos de verdad también, porque la importancia de
ser alguien en la vida de una persona que quieres es todo lo que puedes
necesitar. No es necesario ser cualquiera en la vida de muchos, basta con serlo
todo en la vida de alguien.
La forma en que se
expresaban estas canciones demuestra que todos somos iguales, es un mensaje secundario si nos apartamos un
momento de la temática musical. La diversidad de las culturas mostradas en el vídeo nos demostraban como ya he dicho antes, que cuando nos unimos y somos
solo personas sin nombre ni identidad, estamos juntos, y sentimos lo mismo.
Porque todos somos iguales, todos somos libres.